lunes, 11 de noviembre de 2013

Huelga en los servicios de limpieza de Madrid

La huelga indefinida de los servicios de limpieza y jardinería de Madrid está dejando la capital con un aspecto lamentable, las empresas adjudicatarias de dichos servicios han decidido hacer un ERE lo que supondría dejar en la calle a unos 1.100 trabajadores.

El pasado 1 de agosto entró en vigor un nuevo contrato entre el ayuntamiento y las empresas adjudicatarias de la concesión (OHL, Cespa, Sacyr y FCC), en función del cual el consistorio pagaría un 16% menos por el mismo trabajo. La reacción del grupo empresarial fue despedir, 350 empleados en agosto y ahora el ERE, además, según los sindicatos bajadas de sueldo en torno al 43%.

Conclusión; más servicios públicos precarios. Menos trabajadores, peor pagados, para mantener la limpieza en la capital de España. Háganse una idea; quitando las calles más «ricas» de los distritos más influyentes el resto de la ciudad estará como ahora: sucia y maloliente. Y será el momento de decirnos a los madrileños que tenemos unas calles «por encima de nuestras posibilidades» (¿les suena?) y que la única gran solución será que; el que quiera limpieza, que se la pague de su bolsillo. Neoliberalismo puro y duro.

Los madrileños en materia de mantenimiento de la ciudad pagamos muchísimo dinero en impuestos a las arcas municipales, dinero que debería ir a financiar estos servicios. Pero el Ayuntamiento cada vez recorta más y más. ¿a dónde va nuestro dinero? A los servicios públicos no.

El responsable de mantener la ciudad limpia, todas sus calles, desde la más importante a la más humilde no es otro que el ayuntamiento de Madrid, es decir; Ana Botella y su equipo de gobierno. Pero la alcaldesa cada vez que hay un problema grave en la ciudad, sale de ella. La semana pasada al comienzo de la huelga Ana Botella decidió irse a Berlín, a un «sarao», cuando su responsabilidad como regidora estaba en defender los servicios públicos y los derechos de los madrileños.

Botella tiene potestad para exigir al grupo empresarial que mantenga la ciudad limpia y en caso contrario sancionar duramente con multas económicas o incluso la rescisión del contrato al grupo adjudicatario. Lejos de eso, declara que es un conflicto ajeno al ayuntamiento entre el grupo privado y sus trabajadores, y se muestra veladamente en favor del grupo empresarial aumentando la presión policial sobre los huelguistas.

Aguantar en las calles la suciedad y los malos olores unos días para evitar unos servicios de limpieza precarios me parece un precio bastante más asequible que los impuestos que la alcaldesa de Madrid nos hace pagar por nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Opina con respeto, gracias.