El
próximo viernes 8 de junio comienza la Eurocopa 2012 en Ucrania y
Polonia. Es el acontecimiento futbolístico del año a nivel de
selecciones nacionales. España, actual campeón, va a participar
tras disputar la correspondiente fase previa y quedar primera de su
grupo.
En
tiempos pretéritos que mejor no recordar pero tampoco olvidar, se
decía que el fútbol era el opio del pueblo, aquello con lo que
desde el Estado (un Estado opresor, dictatorial, antidemocrático) se
«distraía y alimentaba» a la ciudadanía para que no se
pensara en «otras cosas», es decir, en la falta de libertad,
en la falta de derechos; básicamente, en política.
Este
argumento era mantenido por los denominados «intelectuales de
izquierdas» ciudadanos con pensamientos progresistas convencidos de
que el fútbol atocinaba al pueblo y que mientras les dieras fútbol
podías controlarlos. Eran personajes que se jactaban de su nivel
intelectual, perdón, de su alto nivel intelectual, fruto de su
pasión por la cultura y el cultivo al intelecto. La conclusión era
que si te gustaba el fútbol eras un ceporro atocinado, el paradigma
de la incultura al servicio de la maquina propagandista de ese Estado
dictatorial del que hablábamos más arriba, tanto más cuanto más
te gustara el deporte rey.
Treinta
y siete años después de la muerte del dictador, treinta y siete
años después de vida democrática, ese concepto no ha cambiado
mucho en algunos sectores de la izquierda y no tan izquierda. En
vísperas de la Eurocopa empiezo a escuchar aquello de «pan y circo»
en estos tiempos oscuros que nos toca vivir. El yugo del PP
nos ahoga con sus recortes sociales y destruye nuestros derechos
mientras sus flechas agujerean nuestros bolsillo en beneficio
de los controladores del capital.
El
campeonato de fútbol que esta apunto de comenzar no nos pone ninguna
venda en los ojos, ni nos tapa los oídos, ni mucho menos distrae
nuestra mente de la principal lucha que mantenemos en defensa de
nuestros derechos, nuestro dinero, nuestro futuro. Lucha diaria en
las calles (manifestaciones), en las redes sociales y allí donde se
hace necesaria.
Al
contrario, la Eurocopa que viene nos servirá para tener momentos de
alegría, momentos de fiesta, momentos de satisfacción, y para
sorpresa veremos como se apoya a la selección desde cualquier lugar
del territorio nacional, sin sectarismos, todo el mundo se apunta a
caballo ganador. Nuestro país es el máximo favorito a ganarla,
tiene un estilo propio, nuestro, difícil de superar. Es el actual
Campeón de Europa y el actual Campeón del Mundo y afronta un reto
jamas conseguido por nadie hasta ahora; conseguir tres torneos
seguidos, Eurocopa+Mundial+Eurocopa. Durante noventa minutos
estaremos pendiente ganar el partido, de ser mejor que el rival y
pasar de ronda hasta la final, el resto del tiempo mantendremos la
defensa de nuestros derechos, la lucha contra los recortes.
Treinta
y siete años después del «pan y circo» los españoles tenemos un
nivel intelectual lo suficientemente completo como para distinguir
entre lo «realmente importante» y los pequeños momentos de alegría
y felicidad que no nos debemos prohibir. Del 8 de junio al 1 de julio
buscaremos esos momentos de alegría mientras luchamos por lo que es
nuestro.